El aparato mediático de Berlusconi tiene muy claro cómo defender al líder. Pasen y vean:
En el caso de Il Giornale más que ninguno, porque se ha llevado a portada a los tres elementos que tienen rabos y cuernos para el primer ministro italiano: Emma Marcegaglia, la presidenta de la patronal italiana; El Partido Demócrático; y obviamente, Fini.
Marcegaglia por haerle repetido tantas veces a Berlusconi que su política económica no está incentivando el trabajo de las pequeñas y medianas empresas, ni el mercado laboral.
El Partido Democrático porque para Berlusconi todo lo que esté a su izquierda representa al comunismo.
Y Fini… bueno, Fini, el traidor. No que traiciona su promesa a Berlusconi, sino que traiciona la palabra dada a los italianos: dimitir si la famosa casa de Montecarlo es de su cuñado.
Libero, otro de los adalides de la imparcialidad berlusconiana se centra en el hecho de que Patrizia D’Addario asistiera el pasado sábado a la apertura de la convención finiana. La fiestecita de Fini, lo titula.
Patrizia D’Addario es una de las chicas que asistía a las fiestas de Berlusconi y cobró dinero por acostarse con el primer ministro. Según ella, éste le prometió desarrollar el proyecto inmobiliario de su difunto padre y pasada la cama se olvidó.
D’Addario contó todo sobre Berlusconi en todos los medios habidos y por haber. Y de alguna manera, Libero establece una relación un poco extraña entre ella y Fini. El Fli dejó claro en un comunicado el sábado, para los mal pensados, que no aceptaba de ninguna manera la presencia de la prostituta de lujo en sus mitines.
Para terminar con la sesión propagandística de hoy, queda Il Tempo, que hace memoria de los años que Fini y Berlusconi comparteron mantel y confidencias.
El desmemoriado de Perugia, titula. Ha desembarcado un marciano, prosigue. Después de 16 años al lado de Berlusconi, fini pide la dimisión del premier, concluye. En mi opinión es la más original y la más sostenible periodísticamente hablando.
Pero Il Tempo se olvida de que Fini ya no forma parte del Gobierno; que si alguien ha querido quitarse de enmedio a Fini en todo este tiempo ese ha sido Berlusconi; y que si no fuera por Fini, Berlusconi no habría conseguido unir a muchos de los partidos de derechas que hoy se reúnen en torno al Pdl.